Beneficios del exfoliante facial
La exfoliación es un proceso natural de renovación celular a través del cual, se eliminan las células muertas de la piel. La exfoliación es un paso importante a la hora de cuidar la piel, principalmente la que hay en las zonas más expuestas a la contaminación del ambiente (cara, brazos, etc.)
La exfoliación es uno de los pasos imprescindibles para mantener una rutina de belleza que nos haga lucir una piel cuidada siempre. Y cuando se trata de nuestra cara, resulta primordial ya que nos ayuda a resaltar nuestra belleza natural y a mantener un cutis saludable. Lo mejor es que las lociones exfoliantes no necesariamente deben comprarse en las tiendas, puedes hacerlas en casa de una forma sencilla y con productos muy económicos.
¿Por qué es importante exfoliar la cara? La exfoliación facial es algo muy importante para la piel del rostro, ya que en términos generales diríamos que permite eliminar todas las células muertas acumuladas y proporcionarle una mayor suavidad y brillo al cutis, además de ayudar a disimular las cicatrices y las marcas.
Con la exfoliación, la piel del rostro puede realizar su proceso de regeneración celular correctamente dando como resultado una dermis mucho más oxigenada y humectada. Entre los principales beneficios de la exfoliación destacaría los siguientes:
– Piel más limpia, sedosa, radiante y bella.
– Eliminación de todas las impurezas y prevención de la formación de nuevas.
– Reactiva la microcirculación sanguínea de la zona, lo cual ayuda también a eliminar líquidos acumulados y a prevenir la hinchazón.
– Reduce la producción excesiva de sebo y evita la aparición de brillos en la cara.
– Los tratamientos faciales y las cremas hidratantes y anti-edad funcionan muchísimo mejor en una piel exfoliada, pues sus principios activos pueden penetrar en ella por completo.
– Por todo ello, se recomienda exfoliar la piel del rostro una vez a la semana como mínimo, aunque esta frecuencia puede variar en función de cuál sea tu tipo de piel y las necesidades de esta.
– Pieles secas: bastará con una exfoliación semana haciendo uso de un exfoliante suave.
– Pieles grasas: dos veces a la semana para eliminar el exceso de grasa.
– Pieles sensibles: una vez cada 15 días con un exfoliante hipoalergénico.