5 signos que indican que tu piel está deshidratada y cómo solucionarlo
La piel deshidratada puede ser causada por la contaminación, llevar una dieta poco saludable, el paso del tiempo o llevar malos hábitos cosméticos, ¡y todo esto es algo que se puede arreglar!
Si notas que tu piel se encuentra más escamosa o sensible de lo normal, o que ha perdido su brillo y resplandor natural, es probable que sufras de deshidratación. A continuación, te contamos 5 signos que indican que tu piel se encuentra deshidratada y cómo ponerle fin a este problema.
1. Piel opaca
Cuando una piel se encuentra deshidratada, una de las funciones esenciales de la piel, la renovación celular, por la que la piel se desprenda de la capa externa de células muertas, se ve afectada. Esto se traduce en que esta capa superficial de células se queda acumulada en la piel, lo que provoca un aumento de los poros obstruidos y la congestión, dando lugar a una tez grisácea y de apariencia cansada.
2. Piel con apariencia grasa, pero con sensación de sequedad
Una piel deshidratada presenta una retención de humedad inadecuada. Cuando la piel percibe que está perdiendo humedad, esta produce más sebo para mantenerse equilibrada, intentado crear así una barrera que evite la pérdida de agua. Como resultado, la piel puede presentar zonas de sequedad sobre las que se encuentra una capa de grasa.
3. Piel sensible
Cuando una piel se encuentra deshidratada, su barrera de protección frente a agentes externos no actúa como debería y tiene más dificultades para combatir las bacterias o la contaminación, pudiendo penetrar en su capa más externa y ocasionando síntomas como enrojecimiento, picazón e irritación. Todo ello dará lugar a que tu piel sea mucho más sensible, incluso a algunos productos que se han usado con frecuencia.
4. Líneas finas y arrugas
Si un día de repente notas que han aparecido nuevas arrugas, puede que no sea un signo de envejecimiento, ¡en realidad podría ser que tu piel está deshidratada! Cuando una piel sufre de pérdida de agua, esta se arruga y se vuelve mucho más seca y con menos volumen, perdiendo así su aspecto juvenil y provocando la aparición de líneas y arrugas.
5. Picores o piel escamosa
Elementos externos como el viento y los cambios de temperatura, pueden afectar a la capacidad de la piel para retener la humedad que presenta en su capa superficial y que previene su pérdida de hidratación, causando una sensación de picor y rigidez. Este síntoma, además, suele ir acompañado de descamación.
Para reparar la piel deshidratada, se debe prestar atención a la rutina de cuidado de la piel y su salud en general. Esto significa hidratar desde dentro hacia fuera y tratar la deshidratación por vía tópica con algunos productos.
1. Limpiadores faciales
Aplica sobre tu piel limpiadores faciales suaves e hidratantes sin alcohol. Intenta no excederte en su limpieza, ya que exponerla a agua caliente o determinados productos varias veces al día podría provocar aún más deshidratación.
2. Mascarillas hidratantes
Las mascarillas hidratantes pueden ayudar a restaurar la barrera natural de la piel y su brillo con aceites e ingredientes naturales que aportan humedad a la piel y proporcionan una película protectora que evita que la humedad se filtre.
3. Ácido Hialurónico
Utiliza un producto humectante que contenga ácido hialurónico. El ácido hialurónico es una sustancia que aporta grandes beneficios a la piel, al atraer y retener la humedad, lo que ayuda a que se sienta suave y resplandeciente de nuevo.